Llegué muy bien predispuesto a ver a The Rapture. Tenía muchas ganas de verlos y estaba seguro que la iba a pasar bien. Y fue genial. Me bailé todo, pese a que el Gran Rex no era el lugar escenario para verlos. Qué banda tan ideal para bailar, cuántos hits que tienen, qué poco a veces pido de una banda. No tenían escenografía, tampoco pantalla gigante o alguna luz que llamara mucho la atención. Lo más particular eran los pasos de baile del tecladista, el resto, bastante austero, ni siquiera algun look particularmente rockero
Soy fana de The Rapture. Fana como de pocas bandas soy hoy. Y no sé el nombre de ninguno de los integrantes, ni lo reconocería si lo veo en algún lado. Ya no me importan esos datos. Disfruto de su música. Voy, me emociono, hago coros, salto, le grito 'dale, flaco, dale', porque me doy cuenta de que no sé el nombre del guitarrista (ni de ninguno de la banda), aplaudo y quedo sorprendido por lo corto y efectivo del show. ¿Para qué más? Es cierto, suena a poco que un show dure apenas un poco más de una hora, pero no hacía falta ni un tema más
Nota: yendo al teatro vi en un restorán a dos tipos que cenaban y los dos estaban disfrazados de Carlitos Chaplin. Lo juro por las nenas
jueves, noviembre 15, 2007
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