Iba bastante colgado en el 168 cuando vi a una chica subir al colectivo. A los pocos segundos, ella volvió sobre sus pasos y bajó un par de escalones para buscar la sandalia que se le había salido cuando tropezó con un escalón. Era Malena Solda. Mi corazón, como es de esperar, empezó a latir con un motivo más cierto que nunca
Me pasó por al lado, la miré, ella no me reconoció y se sentó al fondo. Estaba tan linda como de costumbre, aunque demasiado maquillada. Apenas se bajó, una parada antes de Cabildo y Juramento, empezó a correr. Debía estar apurada
lunes, noviembre 05, 2007
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