miércoles, noviembre 28, 2007

Qué susteli

Salgo de mi departamento. Cierro la puerta. No llego a caminar dos pasos y me cruzo con una vecina que va subiendo la escalera rumbo a su casa (en mi edificio no hay ascensor). 'Mirá cómo me saluda', me dice sin saludarme. '¿Cómo?', le pregunto sin entender de qué me habla. 'Mi gatita', explica. 'Escucha que entro por la puerta de abajo y ya empieza a llamarme. (sigue subiendo la escalera) Ahí voy, ya llega mami', le dice a su obediente mascota. Vuelvo sobre mis pasos, abro la puerta y me meto en mi casa. Pocas señales tan claras. Asustado, espero unos minutos para volver a salir. Algo me dijo que no debía seguir mi camino. A veces, es mejor escuchar a esas latidas

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