'Bartleby', de Herman Melville

Bartleby es un oficinista muy retraído. No habla con nadie de la oficina, no almuerza con el resto, no participa de las charlas, no sale de su burbuja. Parece desinteresado por todo, pero, sin embargo, cumple precisamente con sus funciones. Eso sí, cuando no quiere hacer algo que le encarga su jefe, lo dice muy gentilmente: 'preferiría no hacerlo', le avisa, en ese tono monocorde y esquivando la mirada. No plantea que no lo va a hacer, sino que hace saber que preferiría no hacerlo, que no es lo mismo

Pese a ser una persona absolutamente gris, por lo menos a simple vista, Bartleby comienza a ser un encordio para su jefe y, sobre todo, para sus compañeros, que no pueden resistir esa pacífica oposición a la orden. Lo odian cada vez más, lo quieren boxear, piden que lo despidan. Se hace imposible soportar al distinto y, mucho más, al rebelde. Bartleby está absolutamente vacío de todo interés y contenido, está desahuciado, seco, muerto en vida y no pretende revivir. No se pregunta demasiado sobre qué le pasa, es más, ni le debe interesar. Tampoco apuesta por inventarse alguna motivación que lo haga seguir para adelante. Sólo trabaja y apela una y otra vez a su latiguillo. Su influencia en la oficina podría haber pasado desapercibida, pero sus compañeros ponen sus ojos en él y hasta se les pega su modo de hablar

Llegue a 'Bartleby', de Herman Melville, casi de casualidad. Compré el lunes pasado una edición del 69 que viene con prólogo y traducción de Borges y no sabía nada sobre el libro, que es bien cortito, algo así como un cuento largo. Me resultó muy interesante y me quedó la sensación de que tiene varias interpretaciones posibles. A las pocas páginas me di cuenta de que 'Bartleby' debía ser un clasicazo de la literatura y también de la filosofía, porque tiene mucha conexión con varios temas

Acá pueden encontrar todo el relato (aconsejo hacer uso de la impresora del laburo). Y acá un texto de José Pablo Feinmann, que me resultó interesante sobre el libro