Entrevistado: blaca blaca blaca blaca porque blaca blaca y blaca blaca
jose: (uhh, cómo habla este flaco, no para más. Le hice dos preguntas y está hablando hace como dos horas. Bah, no sé hace cuánto que está hablando, pero ya debe ir un montón de tiempo. A veces no sé porque los entrevistados hablan tanto si yo necesito que hablen mucho menos. ¿Será un error mío que no los sé frenar a tiempo? A Fantino en TVO no le hablan tanto, aunque en Mar de Fondo sí, a veces se le descontrolaban la nota, pero quizás eso se daba porque él quería. Y este que sigue hablando, no lo puedo creer)
Entrevistado: En consecuencia, blaca blaca blaca blaca
jose: (me quiero matar, menos mal que hay aire acondicionado. Qué tono cheto que tiene este para hablar y se hace el canchero cada vez que dice una palabra en inglés. Quiero ver cuánto dice el relojito del grabador, ya deben ir, posta, como 40 minutos. No, quizás un poco menos)
Entrevistado: Sin embargo, en el mercado mundial blaca blaca lo contrario de blaca blaca
jose: (ya fue, agarro el grabador y miro, qué me va a decir. ¿Se va a ofender? Que se cague, total no lo veo más en mi vida. ¿Y si me lo cruzo en algún lado? Bueh, tampoco me puede hacer una escena por agarrar el grabador. Ahí voy. ¡30 minutos! Ya fue, esto se termina acá)
Entrevistado: Aunque no lo creas y te suene extraño, blaca blaca blaca blaca
jose: (vos me sonás extraño, aparato. Me tengo que ir ya mismo. Hace media hora que dejé la bici atada a un árbol, me la llegan a chorear por hablar con este siome y me voy a tener que suicidar en público. Además, tendría que inventar otra historia porque sería demasiado loser. ¿Qué voy a decir? 'Me robaron la bici mientras hacía una nota a un gilastro'. No, tendría que decir otra cosa. Seguro que me la chorearon. Es la nota más cara de mi vida. ¡Y este sigue hablando, la puta madre! ¡Media hora! ¡Media hora con este gil! Y así pierdo mi bicicleta. Si la quisiera tanto no la hubiese dejado atada ahí nomás, la hubiese entrado acá, total, qué me importa, es una bicicleta, tampoco es la muerte de nadie dejar entrar una bici. ¿Habrá aumentado de precio? ¿Cuánto me saldrá una nueva? Seguro que aumentó al doble, por lo menos. Bueh, a este lo corto, no lo aguanto más y quizás todavía está la bici, pero no creo, me quiero morir)
Entrevistado: No sé si querés que te hable de blaca blaca pero a un nivel más blaca blaca
jose: no, dejá. La verdad es que con esto tengo material suficiente, así que me voy a ir yendo
Y así fue cómo me reencontré con mi bici, cuando casi la daba por perdida. Me parece que me pegó la paranoia de Blumberg, aunque a más de uno le chorearon la bici por dejarla mucho menos en la calle
jueves, diciembre 07, 2006
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario