Durante años el día de Navidad fue uno más para mi. No tenía nada de emocionante ni de especial. Mi familia judía no se juntaba con alguna familia católica, así que cenábamos normalmente y después cada uno se iba por su lado, como todos los días. Como si no pasara nada, como si no nos importara la Navidad, ni que el resto del mundo estuviera pasando una de las cenas más importantes del año. Sabía que millones de personas se estaban divirtiendo y yo estaba en mi casa mirando películas navideñas por cable, que, por cierto, no son muy buenas. A cierta edad, me empezó a molestar esta idea de quedarme afuera de un festejo tan groso. Todos la estaban pasando bien, todos se daban regalos, todos se emocionaban y querían y yo estaba cenando con mi familia, como si fuera un lunes feriado
Haber permanecido al margen del espíritu navideño durante casi toda una vida no fue gratuito, tuvo daños casi irreparables. Por ejemplo, no tengo mucha idea de qué se festeja y tampoco me acuerdo precisamente qué día es la Nochebuena y qué día es la Navidad. Creo que desde este año me voy a acordar que la cena se hace el 24 (aunque todos los años digo más o menos lo mismo). Es medio difícil de explicar qué siente un judío en Navidad y 'South Park' estuvo muy cerca de lograrlo, en un capítulo en el que Kyle cantaba 'soy un judío muy solito'
La estética navideña, su sensibilidad y sus accesorios pueden ser irresistibles para el judío. No es mi caso, pero muchos judíos sufren el síndrome de no haber armado jamás un arbolito navideño. Particularmente, no me interesa el arbolito y en su mayoría me parecen horribles, pero conozco a unos cuantos que mueren por ser invitados a armar uno y elegir un pesebre
Por suerte, hace como cinco años que con un amigo concretamos un intercambio cultural: él vino a mi casa para la Pascua judía y yo fui a la suya para Navidad. La primera vez que festejamos Navidad hicimos un plan bien completo y fuimos a la iglesia. Ahí me sentí más turista que nunca: no sabía ninguna canción (inclusive, jamás las había oído) y no terminaba de tener en claro cuándo había que arrodillarse y cuándo podíamos volver a pararnos
Quizás la idea del judío en navidad como turista es la más precisa para explicar qué siento en estos días: no estoy demasiado inserto en el festejo, pero tampoco completamente afuera, como antes. Como sea, turistas o no, Bien Ahí les desea a todos que la pasen lindo
domingo, diciembre 24, 2006
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