El hombre mediocre no habla nunca; repite siempre. Juzga a los hombres como los oye juzgar. Reverenciará a su más cruel adversario si éste se encumbra; desdeñará de su mejor amigo si nadie lo elogia. Su criterio carece de iniciativas. Sus admiraciones son prudentes. Sus entusiasmos son oficiales
El hombre mediocre es una sombra proyectada por la sociedad; es por esencia imitativo y está perfectamente adaptado a vivir en rebaño, reflejando las rutinas, prejuicios y dogmatismos reconocidamente útiles para la domesticidad. Su característica es pensar con cabeza ajena y ser incapaz de formarse ideales propios
Del libro 'El hombre mediocre', de Joe Ingenieros
jueves, diciembre 28, 2006
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