'Rushmore', de Wes Anderson

Durante años, me fui olvidando de alquilarla. Recién ayer me volví a acordar de que quería ver la primera película de Wes Anderson ('Los excéntricos Tenembaum', 'Vida acuática') y la alquilé con bastante entusiasmo. Suele suceder que nos defrauden aquellas pelis que fueron recomendadas por muchas personas ('la tenés que ver'). Por suerte, no fue el caso de 'Rushmore', que me pareció una joyita. Una vez más, me reproché 'cómo tardé tanto en verla'

El protagonista se llama Max Fischer y es un alumno que se luce en todos los ámbitos de la escuela, menos en las aulas. Participa del club de esgrima, del periódico estudiantil, escribe obras de teatro fabulosas, entre muchísimas otras actividades. El director de la Academia Rushmore lo amenaza con echarlo si no mejora sus notas. Rushmore es todo en la vida de Max: su lugar de expresión, donde se ganó un nombre y el respeto de muchos. En semejante momento de tensión, se enamora de una maestra de jardín de la escuela, a quien se la ve bastante frágil. Max intenta enamorarla, pero sin mucha suerte

No voy a contar mucho más de la historia en sí porque, en definitiva, no es lo más interesante. Me limitaré a decir que me pareció la mejor peli de este director y que me quedó la sensación de que sus manías (el mar, la soledad, el desencuentro, Bill Murray, la familia disfuncional) y su estilo se fueron diluyendo con los años. Sin embargo, en Bien Ahí no acordamos con aquellos que critican a ciertos artistas (Rolling Stones, Woody Allen, Daniel Hendler, por poner los ejemplos más obvios) por repetirse a lo largo de todas sus obras. Por lo menos tuvieron una idea y un estilo, algo a lo que jamás llegan muchos otros que 'van mutando'. 'Rushmore' es casi perfecta, ideal para este verano y, desde acá, exigimos que la vean o la bajen