Este es un fragmento de 'El hombre mediocre', de José Ingenieros, un libro que estoy leyendo y me está encantando. Seguramente, más adelante postee otro párrafo, porque el libro está lleno de reflexiones que me parecen muy acertadas y que merecen ser compartidas
'Toda juventud es inquieta. El impulso hacia lo mejor sólo puede esperarse de ella: jamás de los que enmohecidos y de los seniles. Y sólo es juventud la sana e iluminada, la que mira al frente y no a la espalda: nunca los decrépitos de pocos años, prematuramente domesticados por las supersticiones del pasado: lo que en ellos parece primavera es tibieza otoñal, ilusión de aurora que es ya un apagamiento de crepúsculo. Sólo hay juventud en los que trabajan con entusiasmo para el porvenir; por eso en los caracteres excelentes puede persistir sobre el apeñuscarse de los años
Nada cabe esperar de los hombres que entran a la vida sin afiebrarse por algún ideal; a los que nunca fueron jóvenes, paréceles descarriado todo ensueño. Y no se nace joven: hay que adquirir la juventud. Y sin un ideal no se adquiere'
domingo, diciembre 10, 2006
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