La semana pasada nos preguntábamos si había una actividad que desnudara más las miserias humanas que las reuniones de consorcio. No tengo la respuesta precisa, pero sí un dato para aportar
El lunes pasado integré una reunión de vecinos, que no contó con la presencia del administrador del consorcio porque la idea era, justamente, sentar posiciones entre los vecinos sobre distintos temas para luego discutirlas con él. El problema surgió cuando alguien que estaba presente en esa reunión llamó al administrador apenas llegó a su casa y le detalló, punto por punto, todo aquello que se había acordado. Con el miedo de ser un informante incompleto, le dijo quién había anotado las medidas finales y también le contó que se había barajado la posibilidad de dar de baja sus servicios
Recuerdo perfectamente quiénes estaban presentes en esa reunión y ya tengo mi teoría sobre quién habrá sido la rata que levantó el tubo
domingo, diciembre 17, 2006
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