Consejos para ciclistas II

A pedido de Yalu, por no decir del público, acá van algunos consejos para aquellos ciclistas que no se amedrentan con las bajas temperaturas y disfrutan del arte de andar en dos ruedas cuando empieza a hacer frío

Ropa: es vital el sistema de vestimenta por capas. Las primeras 10 cuadras son las más duras porque todavía el frío se siente mucho. Pero una vez que las superamos, quizás ya entramos en calor y nos podemos abrir el cierre del rompevientos

Es vital usar rompevientos y no caer en las trampas que nos ofrecen las camperas muy abrigadas o los polar. Esas prendas las usan los peatones. Nosotros usamos rompevientos, que si bien pueden ser horribles, no abrigan tanto (o sea, que no vamos a apestar a nadie con nuestro olor). También es más que recomendable el uso de guantes, gorro y bufanda, aunque todavía no hemos llegado a temperaturas tan bajas

Elongación: si bien yo no lo hago porque me da fiaca, es saludable elongar los músculos de las piernas una vez que llegamos a destino, si es que el viaje tuvo más de 30 cuadras. En caso de que el viaje no haya llegado a esa longitud, hacerlo implicaría un acto de maricones importante

Transpiración: uno no está acostumbrado a transpirar mucho en la temporada otoño-invierno. Pero con la bicicleta eso cambia. Por eso, es recomendable siempre tener un desodorante y otra remera en la mochila/cartera. Al que previene, el dios ciclista también lo ayuda

Pelea con automovilistas: en caso de tener algún altercado con el eterno rival, se recomienda elevar el tono de voz más de lo habitual, pues ellos andan con las ventanillas cerradas y puede que no nos escuchen

Fiaca: el frío tiende a aumentar el nivel de fiaca, en todo aspecto. Las ganas de salir de casa disminuyen muchísimo y aún más las de andar en bicicleta. Pero Bien Ahí recomienda redoblar esfuerzos y seguir andando en bici, pese al frío. Es muy probable que se nos congelen los dedos o que suframos las bajas temperaturas, pero mucho peor la pasan aquellos que reciben en sus nucas los estornudos de quienes se sientan detrás de ellos en los colectivos. Seamos fuertes y disfrutemos del crujir de las hojas bajo nuestras ruedas