Volver a usar bufanda, ir prendiendo la estufa (¿o es muy pronto?), reemplazar la mantita por la frazada que estaba guardada en el armario (no viene mal ventilarla un poco durante el día, ojo) y archivar hasta nuevo aviso las bermudas y las ojotas
Y, sobre todo, repetir tres veces al día, en lo posible a distintas personas, la siguiente frase: 'cómo se vino el frío, negrito'
lunes, abril 17, 2006
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