Silencioso: (Esta pareja de acá atrás ya me está rompiendo las pelotas con ese ruidito del pochoclo)
Ruidoso: Gorda, pasame la coca
Ruidosa: Pero dejame un poquito que el pochoclo me da sed
Ruidoso: Dale, pasame que me quedó atorado algo
Silencioso: Shhh!
Ruidosa: (en susurro) ¿Eso fue para nosotros?
Ruidoso: No sé, pero pasame la coca de nuevo que me atraganté otra vez
Ruidosa: Ay, Gordo, qué boludo que sos cuando querés (risitas)
Silencioso: Cállense, par de giles
Ruidoso: Epa, a mi señora no le vas a decir así. A mi decime lo que quieras, pero no te metas con mi señora
Silencioso: Entonces cállense y no rompan las pelotas con ese pochoclo
Ruidosa: Gordo, ese señor me da miedo
Ruidoso: Sí, mejor nos vamos a esas dos butacas que están vacías antes de que nos haga algo
Ruidosa: Ya que nos paramos, podrías ir a comprar otra Coca. Este pochoclo vino muy dulce
Que se sepa: Algún día, ganarán los justicieros en el cine
miércoles, enero 10, 2007
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