Una de las partes más afectadas del cuerpo en el verano, junto a las axilas, claro, son los pies. El torso recibe musculosas o remeras más frescas, las piernas le dan la bienvenida a bermudas o polleras y los pies también necesitan un justo refresco. Sin embargo, el calzado veraniego encierra algunas trampas que será conveniente develar hoyPor empezar, la variedad para los hombres es algo más limitada que en el caso de las chicas. Hay muchos modelos de sandalias, pero muy pocos que sean lindos. La opción más elegida pasan a ser las ojotas.. Pero, hay que tener especial atención con ese elemento. Como bien evangeliza Capitán Intriga, hay que dosificar el uso de las havaianas, que están tan de moda hace unos años. Yo extendería ese consejo para todo tipo de ojotas: no da llegar a cualquier lugar en ojotas. Y me animo a decir esto después de que en una reunión de laburo, hace un mes, me dijeron, irónicamente, 'Negro, no estarás demasiado formal?'
Además, hay que tener en cuenta que una caminata normal, con ojotas, se hace un poco más difícil de realizar y puede dejar consecuencias en nuestros pies, como lastimaduras, ampoyas o marcas. Es por eso que conviene usar las ojotas para traslados no muy largos
No descartaría el uso de zapatillas sin medias (esos zoquetes que llegan al tobillo no me terminan de convencer) y con talco. Las zapatillas, livianas, frescas, siguen siendo una buena alternativa, por ejemplo, para recitales o para esos días en los que tenemos que cumplir con distintos trámites. Quizás, nos den un poco más de calor, pero lo cierto es que el riesgo de lastimarnos baja muchísimo
Por último, quisiera darle un mínimo espacio a las Adilettes (ver imagen), esas viejas ojotas de las tres tiras que no venían con ese lugar especial para el dedo gordo, sino que estaban los cinco dedos a la par, cubiertos por una tela. Ya se la vi a dos personas con típico look moderno. Me llamó la atención y fue un nuevo ejemplo de cómo lo grasa, con el paso del tiempo, puede ser cool
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