viernes, julio 29, 2005

Le digo NO a la propina

Ayer estaba leyendo el blog de LeoPop y me entero que gastó 25 pesos en la peluquería y le dejó $5 al peluquero, en condición de propina.

Lo de los 25 mangos no me despierta opinión, cada uno invierte su guita donde lo hace sentir bien y punto. Pero debo confesar que al leer lo de la propina sentí una profunda indignación. No por LeoPop, a quien no conozco, sino por el hecho de que esté tan instalada la costumbre de dejar propina.

Rápidamente, por msn, le pregunté a una amiga, que es muy de la propina, si ella propinea en la peluquería. Me dijo que sí. Le pregunté porqué. "Es costumbre". Seguimos charlando y me confesó que le molestaba dejar propina en la peluquería.

Bueno, es hora que alguien lo diga: dejando propina se está apañando a cobardes que no se animan a pelear por su sueldo. El caso del peluquero me parece más grave, porque es claramente una extorsión. El peluquero juega con el temor que provoca volver a sentarse en su asiento de ejecución y que él no ponga la mejor de las voluntades porque la vez anterior no le dejaste la propina suficiente.

¿Por qué se deja propina al mozo? Porque se supone que gana poco, al igual que las meseras o los chicos del delivery, entonces llegan a tener un sueldo más digno con las monedas que les dejan. Pregunto: ¿no sería más digno para todos (empezando por ellos) que peleen por sus sueldos, en lugar de estar viviendo de la lástima y de la caridad? ¿A uno no lo hace sentir mejor cuando se gana lo suyo?

Convengamos que a la gente que se le deja propina es porque se les tiene lástima por hacer su tarea (la excepción puede que sean los guías de turismo, pero no estoy seguro).

La propina debe haber nacido, lógicamente, como una costumbre de los aristócratas que el resto se terminó adueñando. Ellos seguramente dejaban caer sus monedas delante de quienes les abrían las puertas, les brindaban pleitesía y los hacían sentirse a gusto. Pero, hoy por hoy, ¿por qué se le deja unas monedas a quien te trae una pizza? ¿Acaso no dice 'Envío gratis'? ¿Acaso a las maestras les dan propina cuando le dan los remedios a sus alumnos, en una tarea que excede absolutamente su rol? ¿Acaso, como me decía mi amiga por msn, a un diseñador le dan propina por cada banner?

No voy a mentir. No voy a decir que nunca dejo propina. Pero cuando dejo, me da una bronca tremenda. Como dice Mr. White en la escena del desayuno de "Perros de la calle", I don't tip.

3 comentarios:

A Cara de Perro (que ladra y no muerde) dijo...

Hace unos días postee algo sobre el mismo tema:
http://acaradeperro.blogspot.com
Mariano1

Anónimo dijo...

Bastante tacaño lo suyo. Dejar propina es una manera de dar un plus a alguien por haber brindado un servicio eficiente y con buena onda. Aunque soy de las que si no la hubo (la buena onda, digo) no dejo nada. Cero. Y al peluquero se le deja cuando el corte estuvo buenísimo, sino tampoco. Así se sostiene una gran cadena social: ¡agunate la propina!
Firma: una moza (no, ¡mentira!)

Anónimo dijo...
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