Grosa grosa

El viernes vi 'La Guerra de los Mundos'. Llegué al cine con un prejuicio bastante grande: no me gustan particularmente las pelis de extraterrestres, ni me gustan mucho las de acción y tampoco en las que está Tom Cruise con un infante como co-protagonista.

Sin embargo, a los cinco minutos ya estaba compenetradísimo y me había olvidado de todas las pavadas que había pensado antes de ir al cine. La primera aparición de los extraterrestres, los muertos que se convierten en ropa, el parecido entre el principio de la historia y El Eternauta y algunos efectos especiales fueron las claves para que me dejara de boludeces y me concentrara en el pobre Tom y la chillona de su hija. A su otro hijo no lo soporté en toda la peli y le deseé la muerte más de una vez.

Por cierto, la actuación de la nena merece especial atención. El viernes a la mañana había escuchado a una mina en la radio diciendo que la nena actuaba genial. Con mi espíritu contrera a flor de piel, sospeché un poco, pero tenía razón. La verdad es que Dakota Fanning (así se llama) la rompe y logra que, por momentos, la quieras matar: es claustrofóbica, alérgica y no para de preguntar ni un segundo.

Otras cosas que me gustaron: la música súper misteriosa que sonaba cada vez que aparecían los bichos (no paré de imitarla durante el resto de la noche), los relatos que abren y cierran la peli y, muy especialmente, cuando los dos hijos de Tom Cruise ven que la ciudad está destruida y preguntan: "¿Son los terroristas?"

Pocas cosas que no me gustaron: casi todo lo relacionado al hijo de Tom Cruise: desde su actuación hasta su final, pasando por la relación padre-hijo y cuando quiere sumarse al ejército. Y ya es hora que Hollywood busque otro actor que no sea Tim Robbins para cuando necesite un atormentado.

Bien Ahí recomienda ver 'La Guerra de los Mundos' en el cine.