Repetir anécdotas

Ayer volví a gozar el placer de conocer gente nueva y de tener la chance de volver a contar una anécdota. Una de las cosas que más me gusta de conocer gente, de hacerme nuevos amigos, es que puedo volver a repetir alguna anécdota que me gusta contar.

Es que hay algunas historias que me gustan mucho contarlas, repetirlas, gestualizarlas y, porqué no, hacerles algún redondeo para arriba, si es que con los años perdieron punch o vigencia. Inclusive, cuando algún amigo me dice que ya le conté lo que le estoy contando y se trata de alguna anécdota que me gusta mucho, le pido por favor que me deje contársela de nuevo.

También ayer pude repetir algunos chistes que con mis amigos ya no puedo hacer porque los vengo haciendo hace años, pero esta nueva gente no conocía ni siquiera una parte de todas mis gracias, así que me aproveché de ellos y utilicé buena parte del catálogo.

Acá van un azarozo Top 5 de mis anécdotas preferidas (cuando quieran, se las cuento):
- Cuando Fernando Peña me compró un grabador de periodista pensando que el mío estaba roto y en realidad las pilas estaban gastadas
- Cuando renuncié a mi trabajo el año pasado y le dije a mi ex jefe "¿Vos alguna vez trabajaste o siempre fuiste jefe?"
- Cuando me bocharon en el teórico del examen para sacar el registro por decir "claraboya" cuando me señalaron un dibujo, que en realidad era "puente elevadizo" (¡maldita asociación libre!)
- Cuando con Alan nos afanaron en la esquina de la casa de mis viejos después de ver BB King + Pappo en Obras y después un policía nos apuntó con un chumbo
- Cuando impedí un robo a una mina en el 152 pegándole en la mano a una de las ladronas y preguntándole "¿qué le estás haciendo a la señora?" (¡impulsivo!)