miércoles, abril 21, 2010

Sauna, ranas y humo

La entrevista con Federico Jeanmaire había sido larga e interesante. Poco menos de una hora, en la que hablamos de sus hábitos para escribir, sobre por qué sólo escribe novelas y sobre los peligros de ganar premios. A él le gusta charlar y reconozco que es un buen entrevistado. Le tirás un tema y, más o menos, arranca para algún lugar interesante. Cuando terminamos de hablar, subimos a la terraza a hacer las fotos. Por más de que ya tenía bastante material y de que no era necesario que me quedara, subí para ver si aparecía algo más durante la sesión de fotos, que suele incomodar a las personas de bajo perfil, como él. Había muñecos de ranas por todos lados. Le pregunté si las coleccionaba por algo en especial y me contó que en México se compró la primera cuando le juraron que traen buena suerte. Desde entonces, se trae una de cada viaje. En otro viaje, en China, le explicaron que, hace mucho, los pueblos orientales se comunicaban con el humo y que hay muchos rituales alrededor del humo. Ahora, cada vez que hace un asado, en pleno San Cristóbal, se acuerda de los chinos y se aleja unos pasos para mirar el humo y pedir algunos deseos

La sesión incluyó algunas tomas en las que se debió apoyar en la puerta del sauna que él mismo se construyó en la terraza. Lo ayudó un amigo y el horno se lo hizo un conocido de Baradero, su pueblo natal. 'Podríamos cambiar el perfil de la nota y armar algo como 'Federico Jeanmaire nos muestra su sauna' y vos aparecés en bata en la foto', propuse. Me contó que el berretín por el sauna se lo agarró en Finlandia, donde vivió un tiempo, y decidió armarse el propio. ¿También le pedirá deseos al humo del sauna? Eso no se lo pregunté, pero menos mal que subí a la terraza con él y con el fotógrafo porque voy a incluir algo de todo esto en la nota. Por cierto, qué incómodo que me ponen a veces los fotógrafos, sobre todo cuando le piden alguna pose en especial al entrevistado

No hay comentarios.: