domingo, abril 18, 2010

Apuntes del Bafici (final)

Fue casi imposible de superar la trilogía de documentales, pero me quedaron algunas cosas por decir de las pelis que vi en estos últimos días. El miércoles vi 'La mujer sin piano', de Javier Rebollo. 'Austera, sensible, tierna y melancólica', decía la reseña de Otros Cines. No puedo decir que me mintieron, la peli cumple con todas esas características, pero su historia está narrada de un modo medio delirante, muy irreal, como si todo puediera pasar. 'No se la tomen en serio', advirtió el director antes de la función, 'nosotros no nos la tomamos en serio cuando la hicimos'. Es la historia de una depiladora que tiene un matrimonio que no puede ser más aburrido y una vida sin una emoción. Una noche se pone una peluca y sale a loquear. O a hacer algo distinto, aunque sea. Se cruza personajes de todo tipo y le pasan cosas locas todo el tiempo. Lo que más me gustó fue que repitiera un mismo chiste muchas veces. Siempre me dio gracia

El sábado me cagué de risa con 'Police, Adjective', que ganó en las categorías Director y Actor masculino. Un policía rumano persigue a unos adolescentes que fuman porro e intenta encontrar una red mafiosa donde apenas hay picardía juvenil. Los vigila todos los días, a toda hora y debe redactar informes sobre lo que ve. Los diálogos, con su mujer, con su compañero de oficina, con los canas que tienen que hacerle favores, son buenísimos y muy graciosos. La escena con el diccionario en la comisaría es el súmum. Bájenla o vayan a verla cuando la estrenen

Un rato después, fui a 'Oxhide II', de Liu Jia Yin, pero no duré demasiado en la sala. 'Un experimento con sólo 9 planos muestra cómo la familia de la directora prepara y come una ración de dumplings' ¿La primera sitcom estructuralista?', se preguntaba la revista del Bafici. Por cierto, si alguien me puede explicar esa última frase, se lo agradezco. La palabra 'experimento' le calza a la perfección a esta peli, pero no puedo contar muchísimo porque me fui a la media hora, más o menos. Hasta ese momento, habían pasado sólo dos planos muy cerrados y locos y el diálogo entre los dos protagonistas mientras cocinaban no me decía nada. No sé si será la primera sitcom estructuralista pero no me la banqué demasiado. No le encontré trama, ni conflicto ni gracia. Quizás estuve algo impaciente pero me aburrí y me fui

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