El miércoles con marina k estuvimos repasando nuestras peripecias en los gimnasios. Ella se está haciendo habitué de uno en pleno invierno y eso es digno de un aplauso. Por mi lado, tuve dos experiencias que apenas duraron un mes cada una
La primera vez que decidí ir al gimnasio fue en el 2001. Todavía vivía con mis viejos y estaba juntando plata a lo loco para irme a vivir solo, por lo tanto, tenía tres laburos y una agenda más bien apretadita. Mi cuerpo empezaba a pedir un poco de movimiento luego de tantas horas frente a la compu, pero la agenda no mostraba demasiados espacios en blanco. Terminé tomando una decisión alocada y que, a la distancia, parece algo desesperada: ir al gimnasio a las 8 de la mañana
La rutina incluía ejercicios para brazos y para piernas. En mi primera visita me encontré con un ex vecino que me empezó a preguntar por la gente que seguía viviendo en el edificio y por el portero, mientras yo intentaba mover a esas pesas de lugar. Cuando terminé el ejercicio, me preguntó si era la primera vez que iba al gimnasio
La primera semana fui tres veces, ese número bajó a dos en la semana siguiente, apenas pisé el gimnasio un rato en la tercera semana y en la cuarta me resigné a perder plata. Llegué a la conclusión de que ese tipo de ejercicios tan monótonos no eran para mi
El año pasado volví a ir al gimnasio, pero esta vez para buscar mayor resistencia aeróbica. Me daban ganas de correr en la cancha de fútbol como lo hacía mi amigo Edu, que de golpe se había hecho fan de correr en el Parque Centenario. Para no quedarme atrás, empecé a ir al gimnasio que estaba en la esquina de mi casa para correr la cinta
Lo que más disfrutaba era armar los compilados especialmente para correr, pero debo confesar que cuando me bajaba de la cinta estaba re mareado. Una vez un profe me insistió mucho con que también hiciera complemento de brazos y me indicó cuatro series de 20, acostado. Hice las primeras cinco y la pesa se empezó a inclinar peligrosamente hacia la derecha. La bajé y le dije 'esto no es para mi'. Tenía pensado seguir yendo a correr porque el plan me entretenía, pero el gimnasio cerró antes de que terminara el mes y ya me dio fiaca ir a otro
viernes, junio 13, 2008
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario