Fin de semana rockero

Como conté hace unos días, mi plan más esperado para el fin de semana eran los recitales de Black Rebel Motorcycle Club (en La Trastienda y en el Quilmes Rock), a los que pude ir gracias al amigo Lake, a quien agradezco en este acto y también en muchos más. Como me suele pasar en los recitales, me dieron ganas de escribir algunas cosas, así que acá van

- BRMC es una banda excelente, no me defraudaron ni un pelín y tocaron todos los temas que esperaba y más también. Digo que tocaron más también porque el viernes el show se me hizo un poco largo. Soy fans, pero no boludo. Fueron 130 minutos y tanto rock terminó por cansarme. El show logró juntar en un mismo lugar al Ruso Verea y a Adrián Dárgelos

- Mis amigos de 30, o cerca de ellos, ya están grandes para ir un domingo a un festival de rock, así que terminé yendo solo. A mi también me hubiera dado fiaca ir hasta River para ver a Catupecu y Divididos, así que los entiendo perfectamente

- Catupecu tiene grandes hits, temas que están buenos y muchas canciones nuevas que son un bodrio. Me sorprendí cantando de memoria a viejos hitones, pero hubo algunas nuevas que fueron infumables. Sobre todo una con aires de flamenco

- De lo mejor de la jornada en el Quilmes Rock me parecieron los dos intervalos en los que Carca tocó un homenaje al rock nacional. La elección de Carca para esa misión me resultó inmejorable y también su cover rockero de 'El primero te lo regalan', de Los Twist. 'Esta canción está buena porque es pro falopa', anunció, mientras lucía unos pantalones rosas y camisa de leopardo

- Ya no estoy para ver un show entero de Divividos. Todo su repertorio me terminó aburriendo un poco: desde su faceta rockera hasta su onda más folklórica. Me faltaron colores y sus hits me dieron la sensación de que estaban medio oxidados (vengo escuchando 'El 38' desde el 93, vamos, queremos otro hit). 'Mañana, en YouTube', dijó Mollo luego de tocar una canción nueva, como si eso fuera de por sí malo

- Por estar acreditado, fui por primera vez a un show en platea baja. ¿Quién elige estar ahí? ¿Quién paga por esos lugares? Me terminé sintiendo encerrado en el asiento de madera de River. Me sentaría ahí para ver un partido, pero para ver rock me resultó insostenible