Ella es francesa, él es yanqui. Hace dos años que son novios. Vienen de pasar unos días en Venecia y el plan es compartir dos días en la casa de los viejos de ella, en París
Durante esas horas, va quedando claro que ella, además de francesa, o, justamente por eso, es bastante trola y él además de yanqui, o, justamente por eso, es bastante pelotudo. Su nivel de trolez y de pelotudismo, respectivamente, los va sumergiendo en distintos problemas que, a su vez, los van alejando a uno del otro. El viaje que iba a confirmar su amor empieza a convertirse en una tortura
En esas 48 horas, él conoce a muchos de los ex de ella (son verdaderos ex novios de la actriz y directora). Encima, con todos ellos mantiene un vínculo macanudo. Además, ella lo somete a diferentes torturas sociales: desde un almuerzo insoportable con sus padres (también son los padres reales de Delpy) hasta una fiesta aburridísima con sus amigos, en la que se emborracha y termina llamando a una ambulancia
Hay escenas muy buenas (el almuerzo con los padres, los viajes en taxi) y hay recursos que se repiten hasta cansar (demasiados diálogos, demasiada ironía sobre los franceses y los yanquis, cierta tendencia a narrar en lugar de mostrar en momentos claves de la peli). Pese a que el final no me gustó ni un pelín, Bien Ahí recomienda '2 días en París', bajo la advertencia de que no es la gran cosa, pero tampoco salís a las puteadas
miércoles, abril 02, 2008
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