Hacía más de un mes que tenía agendado el show de Los Negros de Miércoles, un grupo de percusión que toca únicamente en el día que aparece en su nombre. Ayer fuimos con un amigo al C.C. Tasso, donde se iba a presentar esta banda junto a Juan Palomino, que iba a recitar algunos poemas. La presencia del actor procuré no anunciársela a mi amigo, porque sabía que podía llegar a espantarlo
'Está lleno de japoneses', le comenté, apenas pusimos un pie en el lugar. Cuando pasamos por la tienda de discos, nos llamó la atención que vendieran CD's de tango cantados por una oriental. 'Qué bien que la hizo ésta', me comentó él. Yo me fijé en la tienda si vendían el CD de los Negros de Miércoles, de quienes había cada vez menos señales en el lugar. Lógicamente no tenían ningún disco del grupo de percusión, pero sí muchos de esta japonesa que cantaba tangos, Anna Saeki
Nos acomodamos en una mesa en la que había un volante que anunciaba un show de la nipona. Hicimos algún comentario al respecto y me fui al baño. Caminé unos pasos y vi que había tres fotógrafos y dos cámaras dispuestas a registrar el show en video. Era claro que la noche había cambiado y que nadie me había avisado. Cuando le presté un poco más de atención al volante, leí que anunciaba un show que se iba a realizar ayer. Me sentí como cuando sos chico y tus viejos cambian de planes y ni te consultan. Levantamos la cabeza y nos dimos cuenta de que éramos de los pocos no orientales del lugar y que había gran expectativa con la presencia de Saeki
Pocos minutos después anunciaron el gran honor que era contar con la primera presentación de Anna en la Argentina, que había venido especialmente para el Festival de Tango. Antes del show, pasaron dos videos que fueron todo. En el primero, que tenía un ritmo de cámaras muy pop, aparecía Horacio Ferrer, que parecía el padre de Sergio Pángaro. El segundo, más emocionante, fue 'El día que me quieras'
Anna subió a escena con un vestido larguísimo y un peinado muy cuidado. Hacía unos pasos increíbles, muy cortos, pero con mucha emotividad. Cantó dos tangos que no conocía, después destrozó, para mi gusto, 'Milonga sentimental'. Cuando terminó 'Alfonsina y el mar' cantada en japonés, mi amigo me dijo al oído: 'Por mi, vayamos cuando quieras'. Terminé la copa de vino y enfilamos hacia la puerta. Me quedé con las ganas de ver al grupo de percusión, pero me fui con la sensación de haber estado en otro país durante un rato
Acá va un video que encontré de ella, que tiene un estilo pop similar al que vi ayer con Ferrer
jueves, febrero 22, 2007
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