Resulta que otra vez se me cagó la línea de teléfono y con ella la conexión a ADSL. Es la segunda vez que me pasa en el mes. Por suerte, mi amigo Martín vive a dos cuadras de casa y me la deja usar gentilmente como oficina.
Hoy cuando volvía a casa de mi oficina, me encuentrè con que un vecino se estaba mudando. Un vecino con quien hablé muy poco, pero me alcanzó para que me cayera de 10.
Escribe cuentos y teatro y una vez fui a ver una obra suya. Hace poco tuvo un hijo, Pedrito, que llora bastante y se lo escucha de casa. Suena raro, porque es casi un desconocido, pero estoy seguro de que voy a extrañar a mi vecino Lucas. Por suerte, me dio su mail, que juré memorizar.
jueves, julio 07, 2005
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1 comentario:
sabes q me paso algo muy parecido, fui al casamiento de mi primo y no conocia a nadie. y justo me sente al lado de un flaco y me termine haciendo amigo.........q cosa rara........saber nunca mas en la vida lo voy a ver....
saludos
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