El sábado a la noche fui a ver al Canario Luna al Ateneo. Para aquellos que no saben quién es (que deben ser la mayoría), acá va la aclaración: se trata de un cantante uruguayo de candombe, tiene 67 años y una cara de borracho muy importante.
Lo primero que me llamó la atención del show fue que el Canario leía todas las letras que cantaba o recitada (en el candombe sale mucho el recitado). Por cada canción, pasaba tres hojas, o sea que la letra (por no decir la fuente) de las hojas era bastante grande. A partir de ahí, saqué una conclusión: este tipo debe tener una baqueta importante, porque si hace más de 40 años que está cantando más o menos las mismas canciones y todavía no se las aprendió, es porque algo pasa.
Entre tema y tema, charlaba con sus coristas o con el tecladista, en un verdadero acto de uruguayo comic stand up. En general, las rutinas giraban alrededor del vino. Se quejaba diciendo que le habían dado coca cola en vez de vino, contaba que de chico era más blanco, pero que de tanto tomar vino se fue oscureciendo. Y así ofreció una galería interminable de chistes fáciles sobre el vino. Algunos eran graciosos. También le hablaba especialmente a las "gordis".
Uno de los momentos más altos se dio al final, cuando los tres coristas (todos hombre, cabe aclarar) bajaron a la platea y sacaron a bailar a la gente. A mi por suerte no me sacaron, pero me paré igual y bailé como si supiera.
Media hora después, empezaba el recital de Demonios De Tasmania, por lo que fue gracioso el choque generacional y de looks que se dio en el hall.
Famoso visto a la salida del show: Claudio Orellano, más conocido como el Gordo de Crónica.
domingo, agosto 07, 2005
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