Ayer llegué a la conclusión de que casi todos los hombres tienen cara de llamarse Rubén (también puede ser Rúben).
Hagan el intento.
Miren a alguien a la cara. Pregúntense si esa persona se podría llamar Rubén. Y van a ver que casi todo el mundo podría ser un Rubén.
miércoles, agosto 31, 2005
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