El llamado tan ansiado

Sonaba el teléfono. Atendía. Del otro lado de la línea alguien se presentaba y me trata de usted. Era Marcelo Bielsa, que me quería convocar para el próximo partido de la Selección. Yo estaba en la cocina de la casa de mis viejos y también lo trataba de usted. Le agradecía el llamado, pero le aclaraba que no iba a poder jugar porque tenía que laburar. El me decía que no me preocupara y que me iba a volver a llamar más adelante. También me decía una frase muy aleccionadora, pero que no puedo recordar. La frase hacía alusión a las oportunidades y la forma de buscarlas. Yo cortaba y seguía leyendo el diario. Todavía no puedo creer lo pelotudo que fui en el sueño. Me convocaban para la Selección y yo priorizaba el trabajo. Juro que no volverá a pasar