Una velada encantadora

Llegué segundo al brindis de Bien Ahí. Abrigada, con la nariz roja por el frío y algo cansada porque había madrugado, Tina me estaba esperando. Rápidamente, aparecieron Marti y Seven, en versión zombie porque dijo que había sufrido de insomnio el día anterior. ¿Qué es peor? ¿Sufrir de insomnio o sufrir a alguien que sufrió de insomnio? No hay que ser malos con Seven, que se voluntarizó para ir a pedir los tragos a la barra, porque este pub pretende seguir estrictamente las instrucciones para ser un digno pub inglés. Y, según ellos, los tragos se piden la barra y después te los traen. A propósito de las reglas para ser un pub digno, en King's Pub tendrían que reveer, entre muchos otros temas, el problema de la musicalización. ¿Habrá alguna banda irlandesa que no sea U2 o ellos se encargaron democráticamente de deshacerse de la competencia? Dios mío, soportar un DVD entero de U2 fue posible sólo gracias a la bebida. Cuando terminó, empezó el del Live 8. ¡Venga otra copa!

Siguiendo con el desfile de luminarias, luego fue el turno de Herno y más tarde la feliz pareja de Lake y Papá Oso. Con su cierre consumado, llegaron Los Perros y poco después llegó mi novia Flor, que se encargó de burlarme porque para ese entonces mi pronunciación del español no era muy precisa

Junto a dos amigos-escudo, hizo su presencia Kekil, con quien pudimos charlar poco porque se sentó del otro lado de la mesa. Igual, antes de irse nos reímos, no recuerdo muy bien de qué. Empachado de alfajores, Capitán Intriga atravesó la ciudad y estuvo coqueteando durante buena parte de la noche con el bar tender, que mostraba serias dificultades para coordinar la orden de su cerebro con el movimiento del cuerpo. Cuando la velada estaba finalizando, se acercó Laura, que había estado en la mesa de al lado durante un buen rato

Se presentó y dijo que se estaba yendo, pero que era fana de Bien Ahí. Lauri, la próxima perdé la vergüenza del todo y sentante con todos!

Muchas gracias para los que vinieron, fue un evento groso para mi. No es fácil verse las caras con quien uno siente que conoce, pero nunca lo vio ni en foto. Para los que no se animaron, ya habrá revancha, cobardes. Pero con cervecita y sol