viernes, marzo 27, 2009

Apagón

Anoche, cuando volvía a casa, muchas de las manzanas de alrededor estaban completamente a oscuras. Tampoco andaban las luces de la calle, o sea que no se veía nada de nada. No alcanzaba a verme los pies, por poner un ejemplo, ni si había alguien a dos metros. No me dio mucho miedo, aunque tampoco me dio mucha risa, sentía una tensión muy particular, como si tuviera que agudizar los sentidos. Lo viví como una situación de extrañeza total: no había nadie en la calle, no se veía nada y la única luz que había la aportaban los autos. Por suerte, en la cuadra de mi casa había luz y en mi casa también

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