viernes, agosto 17, 2007
El colmo de la invasión
Hoy me tomé un taxi que en la cabecera del asiento del acompañante tenía una pequeña pantalla en la que pasaban propagandas. Me pareció el colmo de la invasión al potencial cliente. ¿De qué mente perversa sale esa idea? ¿A quién se le ocurre que voy a comprar un producto porque lo veo anunciado en un taxi? Por suerte, me tocó un tachero rebelde que llevaba la pantalla apagada
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