No soportaría nuevas traiciones. Cada ilusión que se rompe me lleva a un callejón sin salida y cada vez vuelvo más abatido al punto de partida. La sonrisa que se me dibujó a la tarde se borró pocas horas después. Velozmente y sin pensarlo (tal como me gustan hacer muchas cosas), armé planes para el corto, mediano y largo plazo, que creo que tendré que dejar en el olvido o, en el mejor de los casos, seguir postergando
Necesito que el solcito que se asomó hoy, que esa temperatura tanto más copada que el frío polar, no sea sólo una mentira de patas cortas. Basta de frío, basta de tanta ropa, basta de estufas (a gas o a cuarzo, lo mismo dá). Ni siquiera pido llegar a la instancia de rogar por pelopinchos. Tampoco tengo ganas de rememorar con qué alegría se recibe cada invitación a una quinta. Sólo pido que se vaya el frío y empiece toda esa época que creo que me gusta cada vez más
Nota: ante la duda de si se trataba de la llegada del calorcito o era apenas un amague, di por iniciada la temporada de helado
martes, agosto 14, 2007
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