No sé cuándo sucedió, pero esta semana tuve pegada una canción al cerebro. Y eso, se sabe, no es del todo sano. Empezó a sonar como cortina cada vez que mi mente se quedó en blanco. Me persiguió a cada lugar que pisé. La canté, la silbé, la toqué con los dedos sobre la mesa. Inclusive, escribí su estribillo durante una clase de la facultad. Recién pude exorcizarme hoy, cuando la volví a escuchar
Para que este viernes arranque con todo, los dejo con el tema que me persiguió durante los últimos 4 días. Es bastante malo y el video es aún peor, pero se me pegó, no pude evitarlo. Si lo ven con buenos ojos, todo es directamente increíble
viernes, mayo 18, 2007
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