
Nunca me gustaron esos chocolates, pero la verdad es que temo volver a probarlos y que me empiecen a gustar. Ayer en un súper chino vi las Licoritas al lado de la caja y me pregunté porqué no estaba comprando ese chocolatín tan simpático. Creo que este post funciona como respuesta a esa pregunta. Por cierto, esa estrategia engaña-pichanga de poner chocolates al lado de la caja puede ser poco sutil, pero no por eso menos efectiva
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