Nuestras vidas cambiarán el día que empecemos a decir las cosas que pensamos realmente. La norma social, la autorepresión y el sentido común hacen que callemos algunas ideas que nos encantaría gritar. Tampoco quiero hacer una apología al sincericidio porque no sería sano decirlo todo (se terminaría el misterio, nos despediríamos del tacto), pero sí creo que hay algunas ocasiones en las que sería divertido decir lo que hoy callamos. En esta nueva sección, vamos a imaginar algunos diálogos que nunca nos animaremos a protagonizar. Y para empezar, nada mejor que un silencio a gritos: la paja en el trabajo
A: Uhh, cómo me calenté mirando videítos en YouTube
B: ¿Cómo decís? Estaba re colgado leyendo un mail
A: Te decía que me re calenté mirando unos videítos medio porno
B: ¿Estás mirando unos videítos porno en el trabajo?
A: Más vale, ¿vos nunca los viste?
B: Sí, pero no acá, boludo
A: ¿Y qué querés que haga? Estaba medio caliente
B: Sos un pajero
A: Ah, porque vos no te hacés la paja
B: Pero en mi casa
A: Callate, amargo. Me voy a hacer la paja al baño y vengo. ¿Vamos a almorzar después?
domingo, septiembre 03, 2006
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1 comentario:
UUUUUUUFFFFFFFFFFFF!! - ¿Te acompaño al baño? - toy recaliente.
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