No me gustan las chicas que tienen bocas que huelen a ceniceros, ni las casas con olor a pucho, ni los viejos que tienen los bigotes desteñidos, ni los amigos que prenden un cigarrillo apenas terminan de comer su último bocado, ni las viejas con la voz ronca, ni los que te dicen 'termino el pucho y vamos', ni volver con la ropa apestada de barandazo, ni los que intentan reemplazar al cigarrillo por el chupetín, ni los que dejaron y cuentan qué bien se sienten, ni los que fumaban para cancherear a los 16, ni los que empezaron de grandes, ni los que fuman importados, mucho menos los que se arman sus propios cigarros. Casi todo lo relacionado al cigarrillo me produce rechazo, menos estos 25 consejos para dejar de fumar del genio de Bill Plympton
viernes, septiembre 01, 2006
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1 comentario:
Uh está rebueno lo que hace Plymton. Igual... yo pensaba que el tipo debía ser un copado hasta que lo vi en el bafici y resultó ser un salame que en vez de hablar de la pelicula se ponía a vender merchandising.
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