La visita de La Fura dels Baus, el estreno de Fuerzabruta y el eterno retorno de De la Guarda (con 'Villa Villa', obvio) coinciden en estos días en la cartelera teatral porteña.
Esta debe ser una buena noticia para los profesores de gimnasia que (con un jogging distinto al del teleworker) acuden muy entusiasmados a este tipo de eventos. Pero hay otro público que grita: 'Basta de participar, por dios!'.
No queremos salir manchados de la 'obra', no queremos que nos suban al techo del lugar con un arnés, no queremos que nos pinten la cara, no queremos correr como desaforados pensando que alguien nos está persiguiendo, no queremos que nos toquen el tambor al lado de nuestro oído, no queremos que nos mojen, no queremos competir contra otro equipo.
En definitiva: búsquense un trabajo honesto, vayan arriba del escenario y gánense el aplauso, que dicen que es para lo que trabaja el actor. ¿Qué es esto? ¿Un Telematch pero con supuesta onda? ¿Un Jugate Conmigo con música de Gaby Kerpel? No queremos salir agotados del teatro, entiéndanlo.
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