No soy un buen bailarín. Apenas tengo un repertorio de 2 o 3 yeites que me permiten salir del apuro, sin pasar demasiada vergüenza. Aparte, llega un momento en el que no sé cómo seguir bailando, no se me ocurren más pasos ni gracias. Y es en este punto en el que me quiero detener.
Quiero reivindicar a esas canciones que no me producen ningún tipo de problemas, que aportan soluciones. Esos temas proactivos que dirigen los pasos que la gente tiene que dar y suelen aparecer en los casamientos.
Quizás musicalmente no sean de lo mejor, pero a los grises danzarines nos vienen muy bien. Aquí, algunos estribillos:
- 1, 2, 3, ¡Todos para arriba! 1, 2, 3, ¡Todos para abajo! (Salteo hasta la mejor parte) Dando un golpecito, tá tá tá.
- Cachete, pechito, ombligo
- ¡Saltando sin parar! (qué máquina de hacer hits que era King Africa, por favor)
- Todo el mundo para aquí, todo el mundo para allí, todo el mundo está bailando con el ritmo del piscuí (esta no es tan popular)
- Follow the leader (que fue el primer mp3 que bajé cuando instalé la banda ancha)
1 comentario:
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