'¿Sos paisano mío o mentiroso?', me preguntó un tipo en el kiosco en el que me compré un alfajor. Tenía tanto sueño que tardé entender que él era uruguayo y que suponía que yo también lo era porque tenía un termo debajo del brazo. Ante las dos opciones que me dio, elegí la primera y le dije que yo también era uruguayo (y, así, pasé a ser automáticamente un mentiroso). Mientras rezaba para que no me preguntara de dónde era, pagué mi alfajor, me despedí de mi compatriota y me subí rápidamente al 15
Desde mi asiento, detecté a un gordito que viajaba parado, haciendo equilibrio y sin agarrarse de ningún lado. En su mano izquierda sostenía una libretita y con la derecha parecía escribir algo. Lo miré durante un rato y descubrí que estaba dibujando a un viejo que estaba sentado cerca mío. Cuando el viejo se levantó, el gordito se sentó en su lugar y me empezó a mirar a mi. No hacía falta ser muy pillo para darse cuenta de que su retrato humano había pasado a ser yo
'¿Me peino? ¿Suelto el termo? ¿Lo miro o me hago el boludo?' Las preguntas se multiplicaban mientras sentía la mirada del gordito. Antes de bajarme, me acerqué a él y le pedí que me diera el dibujo. 'Todavía no lo terminé', se defendió. 'Dale, lo quiero ver', insistí. 'Pero del otro lado tengo otro', explicó. 'Dale, que me tengo que bajar', dije, con un tono más firme. Arrancó la hoja y me la dio. Es una pena que haya dejado la cara para el final y que no haya llegado a terminarlo
Creo que es lo más cerca que voy a estar en toda mi vida de pedirle a un paparazzi que me entregue la foto que me sacó. Aquí, la prueba de los hechos y el dibujo del viejo, que estaba del otro lado de la hoja. Aclaración: soy el de la izquierda
viernes, julio 11, 2008
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2 comentarios:
Medio mala onda el uruguayo.
Lo que es el talento, no?
A mi me podés sentar, con el mejor lápiz, una hoja fantásticamente deslizable y me ponés un florero enfrente y saldrá dibujo de primer grado.
El tipo iba parado, haciendo equilibrio y logro eso.
Me genera una admiración increíble.
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