Nuestras rutinas nos llevan a pasar todos los días por los mismos lugares. Y esos mismos lugares nos suelen despertar las mismas sensaciones. Como ya hemos dicho, resulta imposible dejar de mirar los garages de los telongos. O, también, a la gente haciendo gimnasia en esos gimnasios que muestra a la gente que hace gimnasia como si fuera un zoológico. Yo no tendría un gimnasio con una marquesina. Es obvio que a nadie le es placentero que lo vean mientras lidia con una máquina de correr o mientras suda con una ropa completamente gastada y ridícula. Pero no perdamos el foco y volvamos a la rutina de las caminatas
A lo largo de mi vida, distintos lugares me fueron dando particular curiosidad por el simple hecho de pasar varias veces por ahí. Quizás, si hubiera pasado una vez sola no me acordaría de ellos. Pero no es el caso. Así que acá voy con tres lugares que me despiertan particular curiosidad:
1) Federación Argentina de Bochas, Paraguay y Scalabrini Ortíz
Me imagino el escenario ideal para una serie de Pol-Ka. Escritorios de madera, con máquinas de calcular de otras épocas, máquinas de escribir, veladores grandotes, tradición familiar y mates de metal. No tengo idea de qué habrá allí realmente ni quiénes comparten sus horas en ese lugar. Pero pasé miles de veces por su puerta porque vivía a pocas cuadras de ahí. Enfrente vive Chacho Alvarez (o vivía, no sé si se mudó)
2) Confederación Espiritista Argentina, Sánchez de Bustamante y Valentín Gómez
Paso por ahí todos los miércoles con la bici, mientras voy a jugar a la pelota. Lo peor del caso es que me re imagino entrando a la página web de la Confederación Espiritista Argentina, pero jamás me animaría a entrar al edificio. ¿Habrá carteleras que anuncian los próximos milagros? ¿Tendrán socios? ¿Hay que pagar cuota? ¿Echaron a algún socio por mala praxis?
3) Iglesia Universal de Dios, Corrientes y Acuña de Figueroa
No paso por su puerta por alguna diligencia (qué linda palabra: 'diligencia') particular, sino porque queda cerca de casa. Todos los almagrenses de corazón lloramos un poco cuando se fue el Mercado de las Flores y llegó esta iglesia, que dicen las vecinas que pertenece a Luis Palau
Me resulta llamativo que esté abierta a toda hora y que siempre haya algunos esclavos invitando a los transeúntes a entrar y repartiendo periódicos. Los fines de semana convocan a muchísimos feligreses y también a vendedores de chipá, que se ubican en la puerta. Mis amigos Marti y Fede una vez entraron, pero yo no me animo a tanto. Esas cosas no me divierten ni medio y me terminan dando sensaciones muy encontradas: una mezcla de odio a los pastores y de pena por los que tienen que creer en ellos para que el mundo no se les venga abajo
miércoles, abril 25, 2007
3 lugares que me intrigan
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2 comentarios:
Yo le diria que no se olvide de usar cinturon de seguridad...
jajaja, yo vivo por acuña y sarmiento, ahora se concetra ahí el mercado de flores, me siento protegido porque siempre hay gente, jaja. Me llama la atención el edificio tomado de la esquina de corrientes y acuña, es muy lindo edificio, habría que sacar a toda esa gente, jajaja
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