La verdad, temo que esta sección se les torne medio embolante a quienes no les interesan las pelis, pero me gustarían rescatar algunas cosas que vi en estos días:
'La comédie du travail', de Luc Mollet: me encantan las películas que sientan una posición política, pero sin perder el humor. En este caso, el tema central es la importancia del trabajo y la desesperación que te puede causar perderlo. El protagonista, como tantos otros en tantas otras historias, queda desempleado imprevistamente y oculta su nueva vida en su casa. Mientras tanto, acude a la oficina de desocupados para conseguir un subsidio o alguna changa. Con un estilo bien pero bien ácido, Mollet también toca de costado otras temáticas, como la burocracia estatal, las dificultades que puede presentar el ocio y la alienación. Calificación: 8.5 Bien Ahí
'Driving with my wife's lover', de Kim Tai-sik: un hombre descubre que su mujer lo está engañando con un taxista. Despechado, decide hacer un viaje bien lejos con el tachero y revela su identidad en el trayecto. Si bien a la salida del cine escuché las quejas de unos cuantos, esta comedia a mi me entretuvo bastante. En un tiempito, seguramente me voy a olvidar de la historia, pero seguro me voy a acordar de que nunca estuve tan en pedo en el cine. Calificación: 7 Bien Ahí
'Jesus Camp', de Heidi Ewing y Rachel Grady: este documental fue de lo mejor que vi en el festival y me dejó con la mandíbula por el piso por un buen rato. Gira alrededor de un campamento para niños que organiza una evangelista. 'Si los fundamentalistas árabes entrenan a sus hijos desde que tienen 4 años, nosotros no nos podemos quedar atrás', dice la organizadora
La peli muestra cómo se adoctrinan a los nenes para que sean buenos cristianos y crean en dios y en Bush, que vendrían a ser casi lo mismo. Inolvidable la escena en la que muestran un cartel en tamaño natural de Bush y le dicen a los nenes 'saluden al presidente que vino a saludarlos'. Con este tipo de películas, es un poco más fácil entender a los yanquis y su delirio místico. Calificación: 9 Bien Ahí. Consejo: si no la pueden ver el miércoles 11 a las 12 en el Abasto, bájenla, pero no dejen de verla
'A dirty carnival', de Ha Yu: ya me venía haciendo falta una peli que incluyera un poco de violencia. Y en ésta sí que hubo piñas y batazos para todos los gustos. Sobre todo, batazos. Es la historia de una mafia coreana, desde su nacimiento hasta su refundación. Si bien es larguita (141 minutos), se me pasó volando porque tiene muy buen ritmo, historias interesantes y muchas piñas. La escena de la pelea en el barro me dejó estremecido durante unos cuantos minutos. Creo que el cine oriental ya se está abusando de las escenas que incluyen karaoke, pero siempre termino rendido a sus pies y pensando que me quiero juntar a cantar con mis amigos. Calificación: 8.5 Bien Ahí
martes, abril 10, 2007
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