lunes, noviembre 24, 2008

3 pequeñas rebeldías

Ahora que me estoy por ir de mi casa, se me despertó una rebeldía casi descontrolada. Acá van tres ejemplos:

1) Ya no me preocupo por el ruido que pueda llegar a hacer y el horario en el que debo sacar la basura al pallier es un detalle formal en el que no reparo más. El viernes pasado una vecina muy ortiva (¡encima es joven! Eso me da más bronca) me tocó el timbre para recordarme el horario en el que debo sacar mi bolsita y me recordó que ya me lo había dicho varias veces. Yo la miraba con mi mayor cara de boludo y le decía 'bueno, bueno'

2) Como alguna vez ya comenté, tengo dos vecinitas que se la pasan llorando. Ayer una de ellas lloró buena parte de la mañana y al anochecer lo seguía haciendo, así que me cansé y le aconsejé a su madre, a través de la ventana, '¡matala'. Al instante, se escuchó una persiana que se bajaba y ya no se siguió escuchando a la nena

3) Hoy voy a sacar mi lado más polémico en una reunión de consorcio en la que van a intentar echar al portero, una vez más (es como el cuarto intento de golpe de estado que presencio desde que estoy acá). Tantos vecinos me caen tan mal que pienso ser el defensor número 1 del puesto de trabajo de Juancito y planeo apelar a los justificativos más ridículos con tal de alcanzar mi objetivo

1 comentario:

La Flaca Benelli dijo...

Podrìas grabarla a la reuniòn de consorcio? Creo que se va a convertir en la ùnica reuniòn de consorcio divertida de la historia!