Terminé de llenar mi formulario para inscribirme en una obra social y me recomendaron cruzar un pasillo y preguntar por el señor Muño, en la primera oficina. Crucé el pasillo (era muy corto), entré a la primera oficina y en el primer escritorio que encontré pregunté por el señor Muño. 'Soy yo', me respondió un cincuentón, con un bigote tupido, que tenía una parte más amarilla, seguramente por el cigarrillo, y que estaba escuchando música desde la compu con un solo auricular. Le mostré mis papeles y me dijo con un tono que no supe distinguir si era gracioso o serio: '¿me vas a hacer trabajar? Mirá que soy jefe'. Mientras se levantaba de su escritorio, me invitó a volver a la oficina anterior
En el corto camino, me preguntó si pensaba que a él le gustaba trabajar. Le dije que intuía que no, como a todo el mundo. '¿Entonces para qué venís a esta hora, cuando están todos morfando y esto lo tengo que hacer yo?', me preguntó. Opté por reirme antes que por tomarme en serio todo ese diálogo. Miró mis papeles, me pidió algunas firmas y abrochó todo lo que tenía en la mano. De mientras, se prendió un pucho
En la oficina había varios carteles que advertían que allí estaba prohibido fumar. 'Teniendo en cuenta que usted es el jefe, ¿alguien le dice que está prohibido fumar?', le pregunté, poniendo mi mejor tono de pelotudo. Retiró su mirada de los papeles, alzó la vista sin mover su cuello y me preguntó qué dice la ley. Le dije que no sabía. 'La ley prohíbe fumar en establecimientos públicos, bares, confiterís y casinos. Esto no es un establecimiento público, es un lugar privado. Además, como soy jefe me tomo algunas atribuciones, como fumar. Si no te gusta, haceme juicio. Igual, no me vas a sacar nada porque no tengo nada. Ni una bicicleta tengo, uso la de mi señora'. Le pregunté si tenía auto y me dijo que no, porque no le gusta manejar. Me devolvió mis papeles, me dijo cuándo tengo que volver a llamar y me recomendó que lo llame de 9 a 17 porque 'hay gente que llama más tarde, como hasta las 18. A algunos los atiendo y a otros los mando a cagar'
miércoles, agosto 27, 2008
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
4 comentarios:
Estos personajes son algo completamente maravilloso!
Otro que el nazi de la sopa (de Seinfeld)
www.dalegas.blogspot.com
Tremenda tanta mala onda junta. Igual yo trabajo en una administración tb y reconozco que cuando me llaman en la hora del almuerzo soy muy pero muy ortiba.
Más allá de eso me parece que el señor "Muño" necesita unas vacaciones.
Decí que seguro el trámite era cosa seria, que si no, daba para mandarlo a cagar con todas las letras.
Publicar un comentario