Veda televisiva

Cuando era chico había 4 canales de tele, que no transmitían durante todo el día y, como suele pasar, gran parte de su programación no me interesaba. No hace falta haber leído el libro matemático de Paenza para sacar la cuenta de que no había demasiados programas para ver. Por lo tanto, los instantes que se pasaban frente a la tele eran muy especiales, casi sagrados. La espera para ver la tele podía ser mucha. Si tenías mala suerte, tu único día para ver dibujitos podían ser los sábados a la mañana. Miles de personas nos hemos sentado enfrente de la señal de ajuste, mientras esperábamos que empezaran los dibujitos porque ya no aguantábamos la ansiedad

En ese contexto de poca oferta televisiva, mi relación con los programas más vistos del momento era muy complicada porque mis viejos habían diagramado una lista negra con programas que mi hermana y yo teníamos prohibido ver: El Chavo, Titanes en el Ring, Carlitos Balá, V Invasión Extraterrestre, Benny Hill eran algunos de esos ciclos. Lo peor del caso es que no tenía plan B. Si no veía eso, no tenía otra cosa para ver. Aún más sufrían mis primos, quienes tenían pocas horas para ver por día (creo que eran dos) y, encima, debían consensuarlas entre los tres

Por suerte, siempre me la rebusqué para ver esos programas a escondidas, en casas de amigos o en lo de mis abuelos, a quienes visitaba los viernes a la noche y pegaba, en continuado, Titanes y Benny Hill. Nunca me quedaron en claro los motivos de la veda. Cuando vuelvo a sacar esta discusión, mi vieja me dice que salí lo suficientemente gil sin ver esos programas. 'Imaginate lo que hubieras sido si hubieses visto al Chavo'. A mi sigue sin convencerme, aunque El Chavo ya no me gusta

Bonus Track: ahora que me quedé pensando, me acordé de que la veda también aplicaba para algunas películas, sobre todo de ciencia ficción o de terror, como Robocop, Terminator o los Gremlins