Ayer fui al teatro por segunda vez en dos meses. Casi que batí mi marca personal. Me acuerdo que hace dos años fui dos veces en menos de un mes y quedé agotado. No sé bien qué es lo que me incomoda del teatro, pero me cuesta bastante relajarme
Por empezar, me incomoda la cercanía con los actores. Me paraliza verles todos los razgos y pensar que ellos también pueden verme. Además, también me molesta saber cada movimiento, ruido o gesto puede romper el mágico equilibrio que debe reinar sobre el escenario. Si la obra me gusta, me relajo, me olvido de todo y la paso bien. Si la obra es como la de ayer, me dan ganas de cortarme, silenciosamente, las piernas ahí mismo (porque ya no sé como doblarlas, ni cómo sentarme) y escapar reptando por debajo de las butacas
No es que no me guste el teatro, simplemente me incomoda
martes, septiembre 04, 2007
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