Para engancharme con algo que estén dando por televisión soy bastante limtiado: me escapo de los noticieros, de las películas que ya están empezadas y de las películas que no vi. Soy débil ante el fútbol y los noticieros deportivos. Tengo algo de interés por las pelis que ya vi y por los canales más puntuales, como los de los países, los de cocina o los telúricos. Entre tanto zapping, siempre me queda una cuenta pendiente: las novelas
Me encantaría que me gustaran las novelas, con sus malos que son tan jodidos, con sus buenos tan sufridos y con esa galería de personajes tan repetida como efectiva: la vieja sabia, la hermana que complica las cosas, el millonario corrupto, la inválida, la amiga a la que se le escapa un secreto, el hijo que no sabe que su madre es su sirvienta
Por más que lo intento una y otra vez, me termino aburriendo de las novelas, pero creo que será cuestión de insistir un poco más. Ya le voy tomando cariño a los secretos que son contados entre suspiros, a las declaraciones de amor prohibidas y a los anuncios que rompen con todo lo establecido ('rápido, vayamos para el hospital: Tomás chocó con el auto', ponele). Voy a intentar con la de Canal 11 del mediodía, que no termino de entender nada, pero exactamente eso me divierte: ayer estaba Juan Darthes muy indignado en una mansión y hoy entró en la sala de parto de Millie Stegman. No entendí nada, pero le voy a poner un poco más de garra, pese a que cuando la veo a Millie me acuerdo de 'Las Millie y una', su fugaz programa en Canal 13
viernes, julio 07, 2006
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2 comentarios:
Ahhh, eso es porque nunca viste Rubí.. tan bella como peligrosa.
best regards, nice info » »
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