El sábado vinieron a casa a comer unos nuevos amigos. La velada fue creciendo y su punto más alto fueron dos horas a todo canto, frente a la computadora, con el karaoke. Antes habíamos comido y bebido y también bailado en el living
Al día siguiente recibí el llamado de uno de ellos disculpándose porque 'casualmente' un libro y un estuche con cd's míos habían caído dentro de su bolso. No soy tan inocente como para creer semejante mentira, pero simulé creerle como para no perder su reciente amistad. Mi sorpresa hoy fue aún mayor cuando encontré la esponja para lavar los platos en el freezer, pegada a la botella de vodka
Si eso no es un indicio de que fue una buena noche, yo no entiendo más nada
martes, marzo 28, 2006
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