'El solo hecho de tomar la decisión de hacer algo, ya te está llevando a otro lugar. La sola decisión de querer hacer algo, te modifica. El resultado final es otra cosa', me dijo hace dos semanas el Chango Spasiuk en una entrevista. Y eso mismo me pasó, y me sigue pasando, con este blog. Y por ende también me pasó hoy a la noche, con el primer encuentro de Bien Ahí
Casi lógicamente, llegué primero al bar de encuentro. No tenía idea quién iba a ir y quién no. No llamé a amigos para recordarles la hora de cita ni planifiqué qué iba a hacer o charlar. También tomé la decisión de llegar solo, sin ningún amigo-escudo, y bancarme que no viniera nadie o viniera poca gente. O no supiera de qué charlar con algún desconocido que entrara al blog. La cosa iba a ir fluyendo hacia algún lugar indeterminado e imposible de planificar. Y así fue
Conocí a Gise, la hija del ferretero, que es, precisamente, la hija de mi ferretero. Y me contó que le imprimió a su papá lo que yo escribí acerca de la siempre difícil visita a la ferretería. Y Herno me contó que conoce a una chica que imprimió lo que escribí cuando me dieron el 8 que me saqué en Ciencias Políticas y lo repartió entre sus amigos de facultad y a todos les gustó mucho
Creo que para eso me sirvió el encuentro de hoy. Para terminar de darme cuenta de que todo esto lo está leyendo gente. Y que les gusta. O no. Pero, como dijo el Chango, el resultado final es otra cosa y está más allá de mi alcance
Nota llamativa 1: la gente que trabajaba en el bar parecía muy estresada con nuestra presencia. Se la pasaron reacomodando las mesas y las sillas, reordenando el lugar y preguntándome si llegaría más gente
Nota llamativa 2: cuando volvía a mi casa vi a un motoquero de la pizzería La Contienntal fumándose un porrito. ¿Se habrá bajoneado algún pedido algunas cuadras después?
domingo, noviembre 06, 2005
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