jueves, febrero 28, 2008

Competitivo

Mi amigo, y fiel comentarista de este blog, Leo Carioca hace unas semanas me mandó una foto que se había sacado con Manu Chao en un bar de Río de Janeiro. Mientras se abrazaban, cada uno levantaba un dedo pulgar a cámara. En la foto parecen amigos de toda la vida. Me puse contento por Leo, pero más grande fue la envidia que me despertó esa foto de mi amigo con uno de mis ídolos de la adolescencia

A los pocos días de ver la foto, soñé que yo también me encontraba a Manu Chao y le pedía sacarme una foto. El, gentil, aceptaba el plan. Alguien nos sacaba la foto, pero salía mal, por lo que le pedía a Manu que nos sacáramos otra. Con un poco menos de ganas, volvía a aceptar. Para mi mala suerte, la foto volvía a ser malísima. Ya avergonzado, me abusaba de la confianza de Manu y le reiteraba mi pedido, mientras él volví a aceptar. La tercera foto no era la vencida. Es más, era la peor de todas, ni siquiera se nos distinguía. La situación ya era demasiado vergonzante, así que le agradecía a Manu y lo despedía, mientras me daba cuenta que ese plan nunca iba a salir bien porque era fruto de la envidia. Así soy, me alecciono hasta en sueños

1 comentario:

Pedro de Mendoza dijo...

noooooooo
que buena onda manu chao!!!!!!

yo soy de esos tambien que seguro q la foto sale mal mil veces

pero no importa... la gracia es conocerlo.. la vibra que transmite es genial...