
A los pocos días de ver la foto, soñé que yo también me encontraba a Manu Chao y le pedía sacarme una foto. El, gentil, aceptaba el plan. Alguien nos sacaba la foto, pero salía mal, por lo que le pedía a Manu que nos sacáramos otra. Con un poco menos de ganas, volvía a aceptar. Para mi mala suerte, la foto volvía a ser malísima. Ya avergonzado, me abusaba de la confianza de Manu y le reiteraba mi pedido, mientras él volví a aceptar. La tercera foto no era la vencida. Es más, era la peor de todas, ni siquiera se nos distinguía. La situación ya era demasiado vergonzante, así que le agradecía a Manu y lo despedía, mientras me daba cuenta que ese plan nunca iba a salir bien porque era fruto de la envidia. Así soy, me alecciono hasta en sueños
1 comentario:
noooooooo
que buena onda manu chao!!!!!!
yo soy de esos tambien que seguro q la foto sale mal mil veces
pero no importa... la gracia es conocerlo.. la vibra que transmite es genial...
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