miércoles, enero 27, 2010

Enero circular

Cada vez que llega enero, le abro la puerta a la ansiedad laboral. Como trabajo de forma independiente, casi todo principio de año está signado por la baja de laburo: menos notas, menos colaboraciones, menos changas

A los pocos días de estar un poco más al pedo que de costumbre, me ataco y empiezo a preguntarme por qué estoy con tanto tiempo libre, por qué no me pienso alguna idea para presentar en algún lado, por qué no le escribo a aquel contacto al que le tenía tanta fe. A algunos les escribo o los llamo, otros planes los sigo postergando. Me acuerdo que una vez hice un envío masivo de curriculums un 3 de enero, como si alguna empresa estuviera pensando en contratar gente a principio de año

Luego de autoflagelarme durante algunos días, me doy cuenta de que es verao, que hay piletas que esperan por mi presencia y que quedan muchos tragos de colores por delante, entonces me relajo y me entrego a la gracia que tiene esta época del año. Ahí, cuando relajo y le saco un poco de cabeza, se concretan algunas cosas, otras quedan picando para más adelante, llega febrero, cae alguna oferta de algo, una primera reunión y todo vuelve a empezar

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