miércoles, septiembre 30, 2009

Todos a Europa

Me acabo de enterar que en el primer mundo existe algo llamado bikecrossing, una filosofía que apunta a liberar bicicletas que no están siendo usadas por sus dueños y son abandonadas en espacios públicos

Las condiciones para sumarse son muy pocas: se ata la bici a un árbol con una cuerda, se deja un cartelito, anónimo, en el que se aclara que no se trata de un vehículo robado sino de una bici que necesita ser usada. Y así, acá viene el lugar común onda Clarín, la rueda sigue girando

Cuando escucho este tipo de proyectos me vuelvo a sentir tan en el inframundo como cuando le expliqué a una holandesa qué era una inundación. También, una voz combativa suena dentro mío y me dice que para que ellos liberen sus bicicletas, las nuestras tienen que estar atadas e igual nos las roban. Bueno, esta última parte la podría haber dicho un joven vendedor de Prensa Obrera en Sociales, pero bueno, sepan disculpar la poca inspiración, ya es tarde y fue un día largo

No hay comentarios.: